Era un poeta con la cabeza más allá del cielo, que caminaba por los campos sembrando sueños. No tuvo miedo a convertirse en caballero. Y se olvidó de su destino, y se forjó un nuevo camino...
Y ahora está feliz, sin necesidad; olvidándose del tiempo, de la pena y de la edad. No está de más sufrir para ver la realidad. El poder de su ilusión es el motor a su verdad.
El flamante aventurero galopando en su altivo y fiel rocín. Por las tierras encantadas, donde no se ha de morir, cruzando el horizonte de un atardecer sin tí. Y una poderosa magia va creciendo en su volátil corazón. Una ardiente y fiera espada, y una uña de dragón, y en su rostro una princesa quien ejercerá su motivación.
Y así fue como el ingenioso y noble caballero se lanzó a enfrentar nuevas tierras. Nisiquiera su descomunal imaginación pudo vislumbrar lo que vendría, pues sería la magia de una tierna y dulce flor lo que transformaría su concepto de gloria... y amor. Y como las estrellas que flotan sobre todo el mar, el ingenioso caballero se lanza a la aventura, encomendándose a su única y mística doncella: la de sin par figura, la de blanca piel. Esa, la de ojos infinitos.
Y ahora está feliz, sin necesidad; olvidándose del tiempo, de la pena y de la edad. No está de más sufrir para ver la realidad. El poder de su ilusión es el motor a su verdad.
El flamante aventurero galopando en su altivo y fiel rocín. Por las tierras encantadas, donde no se ha de morir, cruzando el horizonte de un atardecer sin tí. Y una poderosa magia va creciendo en su volátil corazón. Una ardiente y fiera espada, y una uña de dragón, y en su rostro una princesa quien ejercerá su motivación.
Y así fue como el ingenioso y noble caballero se lanzó a enfrentar nuevas tierras. Nisiquiera su descomunal imaginación pudo vislumbrar lo que vendría, pues sería la magia de una tierna y dulce flor lo que transformaría su concepto de gloria... y amor. Y como las estrellas que flotan sobre todo el mar, el ingenioso caballero se lanza a la aventura, encomendándose a su única y mística doncella: la de sin par figura, la de blanca piel. Esa, la de ojos infinitos.