les temps sont durs pour les rêveurs

les temps sont durs pour les rêveurs

enero 05, 2010

Ubi sunt?

¿Sabes? Yo tenía un lugar. Un templo, una escafandra. Era como mi habitación (de hecho, podría decir que lo era): solía correr hasta allí para reír, soñar, pensar, llorar, amar... Puedo decir en mi defensa que todo fue muy rápido, que no me di cuenta. La luz se apagó y el suelo comenzó a moverse. De un momento a otro me encontré tirada en el piso, buscando a tientas algo de lo que aferrarme, intentando en vano incorporarme. Estiré la mano, y nada. Grité pidiendo ayuda, y nada.
Y es que a veces estás solo, y lo único que responde a tu llamado es un eco tan distante y tan frío que ni siquiera logras reconocer tu propia voz.

2 comentarios:

Catalina Urtubia dijo...

¿Te cuento algo?, La ley del péndulo, andivina cómo funciona: después de lo malo viene...

(L)

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.

drawing time

drawing time
'you are the last man in the world whom I could ever be persuaded to marry'